miércoles, 29 de diciembre de 2010

EL GUSTO


                                                            

El olfato estimula y enriquece, en gran medida, a este sentido, el gusto. Por ejemplo, los buenos cocineros saben que calentar previamente el plato antes de servir los alimentos refuerza los aromas que nos advierten del placer que nos aguarda, estimulando el apetito. Es un ejemplo de sinestesia.

Es un sentido que se desarrolla precozmente. Ya a los 4 ó 5 meses, el bebé es capaz de "gustar" el líquido amniótico con que le alimenta la madre. Es innato en los niños el gusto por lo dulce y el rechazo por lo amargo. El resto depende de la educación y del contexto social en que viven. A un niño italiano le gustará la pasta, por ejemplo, y a uno asiático, el arroz.

Su influencia en la educación es muy importante desde el momento en que ayuda a adaptarse al medio. La función hace al órgano, y no al revés. Gustar es experimentar emociones, otra forma de comunicación, ayuda a saber elegir, discernir, seleccionar. Estimula la curiosidad y desarrolla la sensibilidad.

Desarrollar el gusto es una tarea importante para padres y educadores; no se impone, se transmite; no solo cata sabores, sino también frío, humedad, dureza, calor, sequedad, suavidad, etc

martes, 28 de diciembre de 2010

Desarrollo y aprovechamiento de los sentidos



Debemos aprender a aprovechar al máximo nuestros sentidos, ya que, con toda seguridad, tienen posibilidades más sorprendentes y amplias de lo que creemos.
Del olfato,Hellen Keller dijo que era"un mago muy poderoso, que nos hacía viajar a miles de kilometros hacia atrás".Es un también un sentido de la distancia . En general, las personas lo tenemos muy poco desarrollado ya que lo hemos relegado a un segundo plano por la mayor importancia que le damos a la vista, al oído y a tacto, pero si lo estimulamos, es capaz de dar muchísimas más prestaciones.

Nos trae olores y fragancias que nos informan y advierten de muchas cosas: el olor refrescante del jazmín anuncia la prometedora frescura de la noche tras un caluroso día de verano: el olor de gas, fuego o humo nos advierte del peligro; la carne que se quema, la comida estropeada, el humo del tabaco, el olor a tierra mojada...Aunque nos cuidemos bien de decirlo, advertimos también el perfme o el característico olor de la ropa de algunas personas. Incluso hay olores y fragancias que te transmiten determinadas sensaciones:misterio, aventura, nostalgia....
El olfato es el primero que se manifiesta al nacer y el último que nos acompaña al fallecer. Alos días de nacer, el bebé ya es capaz de reconocer  a su madre solo por el olor.

El olfato condiciona a las personas desde que nacen en su percepción del exterior, en su alimentación, en su relación con los demás, estimula la memoria y complementa con eficacia la educación de otras materias. En general, juega un papel muy importante en las relaciones humanas. Ningún otro sentido está tan estrechamente ligado con la vida afectiva como el olfativo. Por ejemplo, los olores familiares calman al bebé cuando ha de afrontar situaciones difíciles.